El rebranding: la belleza inesperada dela imagen de marca
Un rebranding es, básicamente, una actualización general de tu imagen de marca. Es el momento de renovar lo que ya hay, pero también de crear nuevas formas de comunicar tu esencia, de reavivar tu marca.
¿Cuándo es necesario hacer un rebranding?
El rebranding de marca será necesario según evolucione tu marca. Tú marca, sobre todo la personal, siempre estará evolucionando. Una marca es como una persona, las personas a lo largo de su vida crecen, mejoran, adquieren nuevos valores, cambian su forma de pensar o de actuar…Pues las marcas exactamente igual.
Como ya he contado en otros artículos, habría que hacer, como mínimo, una pequeña revisión una vez al año. Y lo ideal sería hacer un rebranding más profundo cada dos años.
Por supuesto, el rebranding no siempre debe ser completo, ni de todas las partes y diseños de tu negocio.
Lo primero es realizar una auditoría de marca y detectar qué cambios o mejoras necesita tu marca. Hay que revisar y analizar todos los elementos tangibles y gráficos de tu negocio, pero también los intangibles (estilo de comunicación, tipo de contenido, valores, etc.):
El logo, para detectar si se ha quedado anticuado y/o si te sigue representando.
La tipografía para ver si sigue encajando con tu propuesta de negocio y en el mercado actual.
La calidad y sentido de todas las imágenes que utilices.
Tus colores de marca, ver si siguen transmitiendo lo que tu marca quiere comunicar.
El diseño de la página web, tipo de maquetación, la estructura de los contenidos, grafismos…pero también el tipo y la cantidad de información que estás compartiendo.
Tus valores, para detectar si mantienen la coherencia.
El estilo de los diseños, plantillas, ilustraciones, mockups y material gráfico que utilizas para redes y otras plataformas.
No siempre es necesario hacer un cambio en todos estos elementos, pero sí es imprescindible revisarlos todos y saber en qué punto está tu marca. Para detectar qué modificaciones son realmente necesarias y van a aportar más valor a tu negocio.
Es decir, un rebranding puede conllevar, simplemente una pequeña actualización del logo y de los colores, o puede suponer un cambio casi radical en tu imagen de marca. Cambiando buena parte de los elementos antiguos y creando otros totalmente nuevos, más frescos e innovadores. Los cuales representen y den sentido a la evolución de tu marca.
Un buen rebranding te ayudará a destacar, a volver a estar presente y a potenciar tus valores.
Siempre lleva detrás un lanzamiento y un trabajo de marketing, ya que (según el tipo de rebranding) podríamos estar hablando de un nuevo renacer de tu marca, de un nuevo espíritu.
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